Nuevo manifiesto redactado en respuesta a la consigna de darle forma a nuestros principios teatrales, nuestro modo de entenderlo, de crearlo, verlo...
**
Pathos no es sólo sufrimiento: es todo lo que uno
experimenta o siente. Es disposición moral (piedad, placer, amor, tristeza,
odio, cólera, aflicción, pena); es pasión, cambio, estado del alma.
El
teatro nos trastorna, sí. No tenemos ni queremos cura.
Ingresar
al movimiento es voluntario. Sin cuota de incorporación. Pero se gasta. Y bastante.
La salida se da en forma natural. Si no te vas, o si no puedes evitar volver,
es porque eres un teatrópata.
Nos
inspira la frase de Pedro de la
Barra : “Amar al teatro sobre todas las cosas, después de amar
a las cosas”. Quien no entiende su sentido profundo, no es un teatrópata.
Hacemos
teatro por placer. El sufrimiento se acepta sólo en intervalos cortos y
producto de las frustraciones propias del proceso de crear, siempre que
evolucionen al estado de satisfacción, de amor. El masoquismo como finalidad no
pertenece a los teatrópatas.
Ponemos
el cuerpo.
Trabajamos
con, por y para el otro, como sentido y objeto. L@s teatrópatas nos aferramos a lo mejor de quien tenemos al lado, al
frente, atrás.
La vida
nos inspira. Absorbemos lo que esté a nuestro alcance. Aceptamos y nos
entregamos. Nos dejamos modificar; nos afectamos con todo gusto.
No
estamos en contra, si no a favor de.
Así
somos; así queremos seguir, hasta que ya no tenga razón de ser.
Marcela Alarcón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario